Me pregunto de donde viene el titulo de esta película de Emilio Martínez Lázaro (1978). Empieza con Max ( Ignacio Fernández de Castro ) que quiere hablar con alguien y encuentra nadie. Así llama por teléfono a su profesor de religión. Estaba en su clase hace 30 años y todavía se recuerda de las discusiones que tuvo con él. Sin embargo este interlocutor no comprende porque Max quiere tanto seguir con esta discusión. Después se ve Max como se va a la ciudad (Madrid) . Aquí encuentra, a la salida del metro un amigo, aficionado de música moderna, haciendo una grabación del ruido en este entorno.Los encuentros de Max, asi como este con su amigo, dan lugar a conversaciones. Su forma preponderante son los diálogos. Diálogos tambien con su hija (Gracia Querejeta). Solamente una vez , después de una prueba de concierto, el protagonista se va a un bar con su amigo el director del conjunto musical y la cantatriz.En estas conversaciones se entiende verdades, como que a la que gente le asustiria mas el silencio que el ruido infernal de una maquina – porque se han acostumbrado a este ruido. O verdades políticas como esta : La autentica protesta surge espontáneamente, al margen de los partidos políticos